martes, 6 de mayo de 2008

Pasos



Ella casi siempre tenía miedo, su histrionismo le regalaba una imagen irreal, un imaginario de esos que solo se hacen en nuestra mente, pero que poco se acercan a nuestra verdadera realidad.
Ese día fue diferente, supo que después de mucho andar, estaba llegando a percibir esas palabras que dicen mucho más cuando son silenciadas.
Y eso es lo que hubo, un silencio, dos silencios, miles de silencios, pero a esta altura su refinada percepción hizo que volviera a creer...

4 comentarios:

Citronnier dijo...

Librarse al silencio...

flora dijo...

uff...realidad o fantasía? casi imposible la distinción...
beso y
abrazo amiga!

Citronnier dijo...

Gracias a ud,
amiga de florcha :p

Anónimo dijo...

Pasaba por acá.. y me gustó mucho lo que escribis.